ROMA.- El politólogo Giovanni Sartori, uno de los más reconocidos de Italia y del resto del mundo, no tiene dudas: si bien la debacle de Silvio Berlusconi marca el principio de su fin, él resistirá aferrado al poder todo lo posible, porque si no, corre el riesgo de terminar en la cárcel por sus problemas judiciales.
Así lo aseguró en una entrevista con LA NACION, en la que admitió que nadie se esperaba que elCavaliere sufriera un paliza de semejante entidad. Lúcido y franco como siempre, a los 87 años, el autor de ¿Qué es la democracia? , Homo videns y demás libros que le han dado fama internacional, también dijo que la victoria de la oposición ocurrió "de modo extraño", por lo que ahora habrá que ver si la izquierda, que sigue muy fragmentada, logra unificarse.
-¿Cómo interpreta la fuerte derrota de la derecha en estas elecciones municipales?
-Se trata de un resultado que ha sorprendido a todos. Nadie preveía que el gobierno de Berlusconi fuera a sufrir una catástrofe de estas proporciones. Y la verdad es que se trata de una derrota de Silvio Berlusconi, de una derrota absolutamente suya y personal.
-¿A qué atribuye esa derrota?
-Evidentemente el público se ha cansado de escuchar la misma letanía que Berlusconi pronuncia desde 1994 en contra de los jueces comunistas, la dictadura de la izquierda. Pero incluso a los especialistas en sondeos, que sabían perfectamente que Berlusconi no iba a lograr recuperarse en esta segunda vuelta, los ha sorprendido la magnitud de la derrota del premier, madurada en los últimos días.
-¿Cree que el caso Ruby y las acusaciones contra Berlusconi por prostitución de menores pueden haber tenido que ver con la paliza electoral?
-Los sondeos mostraban que el electorado de Berlusconi no se había visto particularmente afectado por el "bunga-bunga" y las noches locas con chicas de nuestro primer ministro. No parecía que el caso Ruby y sus fiestas con niñas fueran a provocar un cambio en el electorado de Berlusconi. Pero quizá sí hayan tenido un impacto que no se esperaba. Aunque parecía que la muy discutible vida sexual de Berlusconi no iba a tener ningún efecto en las urnas, es posible que sí lo haya tenido. Es posible que el caso Ruby haya sido el principio del fin de Berlusconi?
-¿Qué va a pasar ahora?
-Lo único que sé es que Berlusconi no dimitirá, no tirará la toalla. Porque si deja de ser primer ministro se arriesga a que lo metan en la cárcel. Se agarrará a la silla con todas sus fuerzas, ganará todo el tiempo que pueda y hará todo lo posible por mantenerse todo lo que pueda en el poder, a la espera de que prescriba alguno de los delitos de los que está acusado, porque si no se arriesga a que lo condenen. Berlusconi tratará por todos los medios de ganar tiempo y sólo caerá si la derecha le da la espalda.
-¿Cree que la Liga Norte, el aliado político del que Berlusconi depende para mantenerse en el poder, podría dejar de apoyarlo?
-Yo creo que la Liga, sinceramente, no sabe qué hacer. Si Berlusconi cae, la Liga se encontrará con que tiene que ir a unas elecciones sin haber cumplido sus promesas electorales, sin haber impuesto el federalismo fiscal que habían prometido a sus electores y que Berlusconi les había prometido a ellos a cambio de su apoyo leal y a ultranza. Si cae Berlusconi la Liga se encontrará en alta mar y con la reforma federalista sin hacer. Pero si sigue apoyando a Berlusconi y el premier se hunde, la Liga se arriesga a hundirse con él. La Liga en estos momentos se enfrenta a la cuadratura del círculo. Si yo fuera Umberto Bossi realmente no sabría qué hacer ni qué aconsejarle.
-¿Qué opina de la hipótesis de un gobierno técnico o de emergencia?
-Sin duda alguna, es lo que yo recomendaría en una situación como ésta; me parece la mejor solución. Pero ya sabe usted cómo son los políticos: no quieren renunciar al poder.
-¿Considera que el éxito de la centroizquierda en estos comicios puede servir para hacerla salir de la crisis en la que lleva años hundida?
-No estaría muy seguro. Es verdad que la oposición ha ganado estas elecciones y ahora se siente en la gloria, pero ganó de un modo extraño. Los dos candidatos que han vencido en Nápoles y en Milán, las principales ciudades en pugna, no eran los candidatos del Partido Democrático (la principal fuerza de la oposición). Giuliano Pisapia, el nuevo alcalde de Milán, no fue en un principio el candidato oficial del PD, sino de Izquierda y Libertad, de Nichi Vendola. Y Luigi De Magistris, el nuevo alcalde de Nápoles, pertenece a Italia de los Valores. La izquierda italiana sigue estando muy fragmentada. Y veremos si esta victoria electoral sirve para unificarla.
-¿Pero para usted estamos ante el principio del fin del Cavaliere ?
-Estamos ante el principio del fin de Berlusconi, no me cabe ninguna duda. Pero eso no quiere decir que vaya a desaparecer mañana, puede tener un final largo. Si consigue que no le explote en la cara su propio partido, puede aguantar bastante tiempo. Desde luego él hará todo lo posible para aguantar, seguirá comprando votos en el Parlamento, lanzará a su Armada Brancaleone, hará lo que sea. El plan es resistir hasta el fin.
LAS DEFINICIONES"Estamos ante el principio del fin de Silvio Berlusconi, no me cabe ninguna duda"
"La izquierda sigue estando muy fragmentada. Y veremos si esta victoria sirve para unificarla"
GIOVANNI SARTORI
Politólogo
"La izquierda sigue estando muy fragmentada. Y veremos si esta victoria sirve para unificarla"
GIOVANNI SARTORI
Politólogo
Fuente: lanacion.com.ar
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